Los cambios mundiales han sido dramáticos en el primer trimestre del 2020 con la confrontación de una pandemia letal impactante en cada aspecto de la vida humana. A lo cual el comportamiento del mundo digital no ha estado ajeno, dado el aumento importantísimo en el uso y habilitación de dispositivos para ayudar a la gente a lidiar con el confinamiento impuesto por los sistemas de gobierno. De hecho, la utilización del Internet ha tenido un crecimiento exponencial y en consecuencia se contabiliza hasta hoy un estimado de 4,57 billones de de usuarios globales. Es destacable que el movimiento de esa curva en los últimos meses alcanzó un 7%, según un informe difundido por We Are Social, Hootsuite y Kepios, especialistas internacionales en la conexión global de plataformas y soluciones en TIC.
Entre otras implicaciones del fenómeno planteado, frente al confinamiento de una gran fuerza de trabajo que no puede evadirse, como tampoco la necesidad de agilizar y reforzar vías de continuidad de los negocios. Alternativas como la asistencia virtual combinada con otros medios de teletrabajo y telemática están implicando considerar y generalizar algunas normas de etiqueta y protocolo hacia las formas indispensables de operación y el ejercicio de funciones y responsabilidades laborales en pleno albor de una época de pandemia y cuarentena que parece extenderse.
Quienes se desenvuelven en el medio virtual disponen de muy poco tiempo para crear una verdadera conexión con relacionados y clientes. Lo efímero del plazo para lograr cercanía en la interacción cara a cara ahora transcurre desde la esfera virtual, ya que a propósito de la contingencia del covid-19 se obligó al aislamiento, al distanciamiento social y al traslado de muchas actividades laborales y educativas a este escenario.
En el abordaje de una situación tan particular, la educación e instrucción adecuadas a las circunstancias se valoran como aspectos fundamentales en todos los ámbitos sociales, sean presenciales o virtuales. A diario se dan casos de personas que no han diferenciado la vida pública de la privada durante el confinamiento y están lidiando con muchas dificultades de adaptación. Así que la experticia en imagen y comunicación de las empresas promueve exigir el uso acertado de las herramientas tecnológicas y seguir determinadas normas de trabajo en línea. Entre ellas, la imagen profesional parece decirlo todo alrededor del approachment con el desempeño laboral.
En boga del trabajo virtual, cuando se hace necesario concertar interacción de negocios valiéndose de medios como la videoconferencia o simplemente de una video llamada, no es una buena idea abandonar el cuidado personal por el hecho de permanecer mucho tiempo trabajamdo desde casa. De manera que asegurar una buena imagen durante una interacción por video exigiría procurarle atención a ciertos detalles. Entre los fundamentales, el factor de iluminación es clave, tanto como elegir una buena posición con un fondo adecuado, no importa la aplicación que se utilice: Skype, Zoom, Hangouts o Microsoft Teams, por mencionar unas de las más populares. Para hacer usos de este tipo de medios de trabajo, debe determinarse con cuidado la posición en la habitación donde su actividad tendrá lugar. Conviene asegurarse de que el fondo que verán detrás de cada participante o del moderador está limpio y es apropiado. El plano no debe ser muy amplio para evitar patrones complejos o planos recargados en el sitio, precisando ángulos de iluminación, muy conveniente de frente y de fuente natural.
Otra opción es ocultar el fondo. Para ello, plataformas como Skype ofrecen la opción de crear un efecto “boke” para desenfocar el fondo, mientras que otras, como Zoom, permiten añadir fondos virtuales personalizados. Antes de trabajar frente a una cámara debe tenerse en cuenta que para hacerlo de forma acertada es preferible que la fuente principal de luz se enfoque de frente, ya que las luces laterales y desde abajo generan sombras y efectos lúgubres.
Es importante que un operario o teletrabajador repare en el cuidado de lucir una vestimenta, cómoda y profesional para su programación de video llamadas o participación en videoconferencias. Para ello es recomendable evitar el uso de prendas con rayas o gráficos, difíciles de capturar por las cámaras y que pueden generar efecto “moiré” (o de distorsión).
Además, en el caso de las féminas conviene lucir un maquillaje suave y discreto y llevar bien arreglado el cabello, un aspecto ineludible para los caballeros. También es conveniente ayudarse con ángulos favorecedores, buenas posturas corporales y procurar transmitir desde un espacio agradable y silencioso, previendo en la medida de lo posible cualquier interrupción.
Una vez preparado técnicamente el escenario es recomendable probar el resultado y comprobar que la imagen sea adecuada para la transmisión, abriendo las aplicaciones o programas dispuestos y verificando el resultado antes de comenzar cada sesión de interacción.Cualquier detalle menor ayuda a que la conversación o interacción fluya naturalmente y también a generar un ambiente más agradable. Transmitir desde un espacio adecuadamente arreglado y que no genere distracciones puede habilitar una atmósfera profesional muy competente para alcanzar los objetivos de un trabajo bien programado.