No cabe duda que un impacto situacional importador de crisis extendidas en la geopolítica regional de naciones en vías de desarrollo tiene consecuencias de efecto inmediato en las economías y los negocios. Sin embargo, bajo una lupa de prospección optimista se podría pensar que la crisis es algo pasajero y que en poco tiempo se sortearían sus efectos. Pero, cualquier evento complejo que cambie zonas de confort y tranquilidad asumida produce incomodidad, preocupación y especialmente incertidumbre, afectando el curso de las intenciones programadas por cualquier empresa en marcha tanto a corto como a largo plazo.
Aunque mantener una actitud positiva y optimista en cualquier ámbito de negocios es fundamental para controlar en armonía el clima organizacional a la hora de afrontar situaciones difíciles, ante lo inesperado o imprevisto hay que procurar analizar el entorno y los factores que puedan entorpecer la continuidad y sostenibilidad de una empresa en marcha. Esa estrategia podría facilitar que se confronten y superen adecuadamente los obstáculos y se aprovechen, todavía en medio de las dificultades, las nuevas oportunidades que puedan presentarse. Encontrar el lado bueno de las cosas y sacar provecho y aporte, en la medida de lo posible, permite maniobrar y avanzar siempre y cuando se haya fijado claramente los objetivos.
En medio de un caos colectivo mucha gente se vio en la disyuntiva de abandonar o cambiar de trabajo en poco menos de año y medio. Empresas y emprendedores se han visto obligados a cerrar sus negocios, a re-pensar qué hacer con los recursos disponibles, o bien a re-inventarse. Unos han comenzado desde cero, abriéndose camino con la oportunidad del surgimiento de nuevas necesidades de mercado y formas de operar re-adaptadas. Otros, imposibilitados de tomar dichas opciones, probablemente por falta de recursos para emprender o recomenzar, se han dedicado a vender lo que otros fabricaron o fabrican. De esta manera, parece que la crisis junto al caos dio valor agregado y proyección al Teletrabajo como una modalidad que se ajusta en una nueva perspectiva de vida recién vislumbrada.
La modalidad de contratación y subcontratación con las ventajas y desventajas del trabajo remoto o a distancia comenzó a fortalecerse por resultar una opción proba y eficiente de garantizar la continuidad laboral en ámbitos estratégicos donde la conexión y el dominio de la información en los negocios es fundamental. Adoptar esta metodología de alguna manera ha permitido a las empresas no abandonarse a la suerte de la dinámica laboral y seguir avanzando, al reinventar opciones y legislar nuevas tácticas y estrategias de operación.
Valiéndose del Internet y de la telecomunicaciones, las tecnologías han sido las mejores aliadas para una nueva forma de operar desde las posiciones de cierta fuerza de trabajo fundamental confinada. Trabajar desde el hogar es diferente y permite a los actores vivir expectantes con curiosidad e interés en lo nuevo, pero también con limitaciones y dificultades que desde luego deben atenderse y superarse.
La modalidad de Teletrabajo nunca estuvo tan en boga como ahora, sobre todo para la clase trabajadora de los países en vías de desarrollo que se ha visto muy afectada por la crisis y el confinamiento forzado. El Teletrabajo o trabajo remoto parece haber llegado para convertirse en un soporte de la vida cotidiana y habitual. Medios y redes sociales han adoptado esta industria como algo normal en el nuevo mundo que estamos reinventando. De hecho, las ofertas laborales incluyen cada vez más oportunidades de trabajar desde la comodidad del hogar. Todo depende de la preparación técnica y profesional que se pueda ofrecer y de los recursos de intercambio que disponen los que tomen el riesgo.
Ciertamente, una oportunidad de trabajo remoto es un chance muy interesante para quienes tienen alto nivel de resiliencia y la capacidad de visión para encontrar y abordar las oportunidades que surjan en medio de las adversidades. Es presumible que esta opción esperanzadora de desarrollo laboral si arribó en el mismo vuelo que la crisis global generada por una pandemia extendida devastadora, pero con mucho potencial para quedarse y convertirse en un factor decisivo para su erradicación.