En las sociedades modernas, los peligros y efectos dañinos del acceso irrestricto a Internet no es un tema ampliamente publicitado. Sin embargo, en los últimos años, un grupo de ex empleados de Apple, Facebook y Google han conformado una coalición anti-tecnología llamada Centro para Tecnología Humana (Center for Humane Technology). Iniciaron esfuerzos desde 2014, con una campaña publicitaria alrededor al tema de la adicción a la tecnología, dirigida a 55,000 escuelas públicas en USA, con el eslogan: «La verdad sobre la tecnología», Esta campaña se diseñó para informar a los padres, maestros y estudiantes sobre los efectos potencialmente dañinos de la tecnología.
Se presume que el tiempo que la gente pasa con una cara oculta en su teléfono inteligente u obsesionada con las interacciones virtuales contribuyen ampliamente a generar ansiedad, depresión, reducen la capacidad de atención, generan falta de sueño y reducen el desarrollo social saludable de las mentes jóvenes. Por esto, pareciera que nuestra sociedad está siendo secuestrada por la tecnología, así que lo que comenzó como una carrera para monetizar nuestra atención, ahora parece estar erosionando los pilares de nuestra sociedad: salud mental, democracia, relaciones sociales y nuestros hijos.
Es sabido que la influencia 24/7, el control social, la personalización y la evolución de las capacidades predictivas, son fuerzas de control tectónicas que permiten a las plataformas sociales como Facebook, Twitter y YouTube automatizar miles de millones de anuncios, tendencias sociales y videos de reproducción automática para generar ganancias.
Como referencia, Apple y Samsung y compañías de aplicaciones sociales como Facebook y Snapchat han determinado rediseñar sus dispositivos e interfaces para proteger las mentes de los usuarios de distracciones constantes, minimizar el tiempo de pantalla, proteger nuestro tiempo en las relaciones y reemplazar la App Store mercado de aplicaciones que compiten por el uso con un mercado de herramientas para beneficiar nuestras vidas y la sociedad.
En otros ámbitos contra la adicción a la tecnología, se han venido tomado iniciativas a nivel de legislación norteamericana, mediante proyectos de ley sobre el impacto de la tecnología en la salud de los niños y acerca de la prohibición del uso de robots digitales sin identificación.
Por su parte,Facebook y YouTube ya han enfrentado una reacción violenta sobre sus aplicaciones enfocadas en los niños, Messenger Kids y YouTube Kids. YouTube también enfrentó un escándalo masivo a fines del año 2016 por los anuncios perturbadores y de explotación en su servicio principal.
Acerca de las promociones de estudios sobre la adicción al iPhone en niños, se ha comprobado que los teléfonos inteligentes pueden tener «consecuencias negativas no intencionales» en los usuarios jóvenes y una «creciente inquietud social» que podría, en última instancia, impactar en las ganancias de la industria tecnológica en el área de las telecomunicaciones. De hecho, la compañía Apple ha venido planeando nuevos controles parentales para dispositivos tecnológicos.
El Centro de Tecnología Humana es el último esfuerzo más reciente para reducir el poder de los gigantes tecnológicos y abordar los peligros de la tecnología adictiva.
Estos esfuerzos están directamente relacionados con estudios gubernamentales pioneros sobre la adicción a Internet, para determinar si la adicción tecnológica (específicamente a los juegos en línea) debe aparecer como un trastorno mental oficial.
La próxima generación de usuarios de Internet nativos digitales está creciendo con dispositivos en sus manos, pero aún no se conocen los efectos completos de lo que los teléfonos inteligentes, las redes sociales y el acceso a Internet 24/7 tienen en la mente humana, no obstante los días de dar a las compañías de tecnología, a ciegas, el beneficio de la duda han terminado.