Son evidentes los efectos de la crisis mundial por un impacto pandémico sin precedentes y sin panorama concreto de superación de la devastación que sigue dejando a su paso en esta nueva década del siglo veintiuno, vista además la cobertura mediática en consonancia. En contraste, sorprende un desinterés público y notorio por enfatizar la depauperación exacerbada del avance profesional y actividad en detrimento de la fuerza de trabajo femenina y otras minoritarias en el mundo, prácticamente desprendidas del género masculino por excelencia.
Estudios e informes prospectivos de encuestadoras que se recopilaron con enlace al Día Internacional de la Mujer, entre otros de la red LinkedIn publicados a principios del 2021,ofrecen coincidencia de opiniones sobre la condición profesional y laboral de las mujeres. Un 49% de 20.000 profesionales femeninas encuestadas alrededor del mundo afirman que sus carreras han retrocedido o se han detenido producto de los efectos de la pandemia mundial. Otros enfoques patrocinados por LinkedIn mostraron que el 43% de la féminas encuestadas han abandonado o han considerado la posibilidad de abandonar el trabajo durante la crisis y más de una cuarta parte(26%) afirman que su empleador no les ha ofrecido ningún apoyo en términos de responsabilidad social. Puntualmente, la investigación referida también reveló que las mujeres encuestadas en el Reino Unido(40%), en Italia(45%), en Francia(36%) y en Alemania(38%) coinciden en que se han afectado gravemente sus condiciones laborales y de calidad de vida. Además, el 44% de las mujeres encuestadas aseguran haber asumido más responsabilidades domésticas que su pareja durante la pandemia.
Los mismos efectos mencionados están siendo experimentados en peores condiciones por las mujeres de Brasil (59%) y de la India (67%), donde se han visto obligadas a asumir responsabilidades de cuidado no sólo de sus hijos, sino también de padres y familiares ancianos y vulnerables, quienes han quedado más excluidos en sistemas de cuidado colectivo o público en sectores de seguridad social.
La creciente presión sobre las mujeres en el trabajo y en el hogar está haciendo que muchas replanteen sus opciones de calidad de vida. El referido estudio también enfatiza que un 66% de las mujeres indias, 43% de las estadounidenses y 41% de las británicas del grupo encuestado son las más propensas a dejar o considerar el abandono como fuerza de trabajo, temporal o permanentemente. Por otra parte, en el Reino Unido los factores de estrés (57%), exceso de responsabilidades en casa y en el trabajo (33%) y la falta de guarderías (14%) se plantearon como las principales razones de renuncias forzadas. En términos genéricos, la tendencia que se registró en 2020 fue un descenso global del 11% de puestos de trabajo aplicados por mujeres en relación a los hombres con capacidad de fuerza laboral activa. De manera que, los países en los que se produjo la mayor brecha en el número de mujeres que solicitaron puestos de trabajo fueron: Estados Unidos (16%), México (15%), Alemania (13%), Australia (12%) y Francia (11%); contrastando con el Reino Unido; donde las mujeres solicitaron solo un 4% menos de puestos de trabajo que los hombres.
Un 56% de las mujeres encuestadas en Japón afirmaron que su empleador no les ha proporcionado ninguna ayuda durante la pandemia. Mientras que en el Reino Unido; comparado con otros países europeos; el 30% de las mujeres encuestadas afirmó que su empleador les ha proporcionado apoyo y formación en materia de salud mental, y otro 35% expresó que les han ofrecido durante la crisis modalidades de trabajo flexible incluso con facilidades de laborar a distancia.
Janine Chamberlin, Directora Senior de LinkedIn, apoya la premisa de que el impacto pandémico ha sido devastador en las carreras de las mujeres, a quienes afectaron de forma más severa las interrupciones en los sectores del comercio minorista y en las industria del turismo, el ocio y la recreación conectadas a las operadoras de logística de transporte y lineas aéreas, donde se emplea una proporción femenina relativamente mayor, lo que dificulta ofrecer alternativas paliativas porque generalmente requieren puestos de trabajo no preparados o no disponibles para laborar a distancia. Opina que,definitivamente, las mujeres de hoy solicitan menos puestos de trabajo formal y también asumen una parte desproporcionada de las responsabilidades de cuidado en áreas de salud y en tareas domésticas. Enfatiza, además, que las empresas a todo nivel pueden desempeñar un papel importante a la hora de garantizar una cierta normalidad de la situación, definiendo estrategias progresivas de empleo sobre labores de cuidado y ofreciendo una mayor flexibilidad para animar y brindar opciones de interés a las candidatas femeninas, atrayendo un espectro más amplio de talentos y habilidades que marquen diferencia para contratar a más mujeres o efectuar selecciones de manera equilibrada entre ambos sexos.
Otro enfoque similar al propuesto por LinkedIn asegura que el 82% de las mujeres de un grupo en estudio se han visto afectadas de manera negativa por la pandemia del Covid-19. Es el caso de una investigación publicada por Deloitte Global en noviembre de 2020, donde se afirma que particularmente el 70% encuestado se preocupa por el futuro de sus carreras, considerando un muestreo entre 400 mujeres profesionales entrevistadas alrededor del mundo. Los resultados exponen efectos en espectros de micro a macro agresiones ocurridas, producto de los cambios que la pandemia ha dejado en la vida laboral y personal de las mujeres. Sin embargo, se proponen ciertas alternativas y acciones que las empresas pueden ofrecer para ayudar al éxito y progreso femenino en la fuerza laboral, que van desde instrumentar oportunidades de trabajo flexible, hasta abordar y evitar condiciones de exclusión y discriminación en lugares y fuentes de empleo.
Emma Codd, Líder en la gerencia de Inclusión de recursos en Deloitte Global, asegura que se ha producido re-adaptación obligatoria en la vida diaria de la fuerza de trabajo globalizada. Sin embargo, las mujeres están siendo impactadas de manera profunda, ya que enfrentan grandes desafíos, asumiendo más tareas en el hogar, mientras tratan de dar continuidad a sus carreras o a sus oficios formales. Entre las encuestadas manifestaron impactos adversos específicos como resultado del cambio de rutinas como: detrimento del bienestar físico (40%), incapacidad para equilibrar los compromisos laborales y personales (40%) e impacto en el bienestar mental (39%). Mientras que un 58% de mujeres a cargo de hijos opina que ahora sus responsabilidades y tareas aumentaron desproporcionadamente al tener que garantizar tareas de educación en el hogar.
La investigación de Deloitte Global evidencia que ante la crisis y el caos las opciones tácticas en el manejo del talento humano deben ser flexibles y equilibradas, normatizarse, enfatizar la confianza y la empatía, brindar oportunidades de creación de redes y tutoría e implementar experiencias de aprendizaje que funcionen para la vida diaria profesional y técnica de la fuerza laboral en general. Al tiempo que las políticas empresariales tendrán que abordar los prejuicios inconscientes en la planificación de sucesiones y promociones laborales y lograr que la diversidad, el respeto y la inclusión sean valores que fundamenten el clima y la cultura organizativa empresarial.